Si en este momento, como yo, estás pasando por una experiencia que te sacude, que te duele, que te lleva a las profundidades de tu ser y sabes que te está transformando desde dentro, deseo que estas palabras sean un consuelo y una caricia para tu alma.

Imagen: Autoría desconocida
Regresando al hogar
Y la Gran Madre dijo:
Ven hija mía y dame todo lo que eres.
No tengo miedo de tu fuerza y oscuridad, de tu miedo y dolor.
Dame tus lágrimas. Serán mis ríos caudalosos y mis océanos revueltos.
Dame tu ira.
Explotará por mis volcanes rebosando de lava y truenos retumbantes.
Dame tu espíritu cansado. Lo dejaré reposar en mis suaves prados.
Dame tus anhelos y sueños. Plantaré un campo de girasoles y dibujaré arco iris en el cielo.
No eres demasiado para mí.
Mis brazos y mi corazón abrazan tu auténtica abundancia.
Hay espacio en mi mundo para todos vosotros, todo lo que sois.
Te meceré en las ramas de mi secuoya milenaria y los valles de mis redondeadas y suaves colinas.
Mis vientos suaves te cantarán canciones de cuna y calmarán tu corazón abrumado.
Suelta tu dolor profundo.
No estás sola y nunca has estado sola.
Linda Reuther
Traducción: Imma Lizondo
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