contacto@mujerciclica.com

la Doncella

¿Qué pasa con las fases del ciclo menstrual durante el embarazo? Una vivencia personal

¿Qué pasa con las fases del ciclo menstrual durante el embarazo? Una vivencia personal

 

Foto y dibujo: Sophia Style

Foto y dibujo: Sophia Style

A menudo recibimos consultas sobre las fases del ciclo menstrual y la conexión con los arquetipos femeninos durante el embarazo. Tenemos el placer de compartir en el Blog de Mujer Cíclica este hermoso texto en el que Júlia Sánchez Andreo, a punto de dar a luz, comparte su vivencia. Júlia, que conocemos hace tiempo y recientemente ha concluido la formación presencial de El Viaje de la Mujer Cíclica, es impulsora del proyecto de acompañamiento a grupos y personas,  La Ciranda.

“Algunas mujeres me han preguntado si he reconocido cómo se adaptan durante el proceso de embarazo los arquetipos o energías que identificamos durante el ciclo menstrual.

Por mi parte, siento si como fuese un remolino de agua movida, que corre limpia y muy veloz. Yo diría que en el momento del embarazo, los arquetipos y cualidades que identificamos durante el ciclo de la menstruación van cómo locos, rápidos y creando nuevas conexiones inesperadas. Todos los arquetipos y recursos están disponibles, y a veces, el paso de uno al otro es intenso, rápido. Quizás la cualidad más destacada sería la flexibilidad. Del mismo modo en que los tejidos se hacen flexibles y el cuerpo aporta todos los nutrientes necesarios en cada momento, las cualidades del ciclo menstrual también están ahí en cada momento.

De todos modos, en mi caso, el paso de las estaciones ha sido la guía más clara, el círculo dentro del círculo, que más me ha estabilizado y que me sirve de referencia.

Los ciclos de las mareas, las estaciones, los arquetipos, los momentos de la luna. Todos ellos aparecen como metáforas que me permiten identificar las energías predominantes en cada momento.

del libro "Viaje al Ciclo Menstrual" de Anna Salvia

del libro «Viaje al Ciclo Menstrual» de Anna Salvia

OTOÑO

Al inicio del embarazo, a partir de octubre, sentí mucha capacidad de centro, una sabiduría que me permitió separar, con mucha serenidad, el grano de la paja. Podía distinguir con facilidad lo que era importante de lo que no lo era. Una vivencia sobre todo otoñal. Con la claridad de la chamana, o del arquetipo que reina durante la fase premenstrual, pero con la serenidad de la anciana, el arquetipo que reina en la menstruación, en la luna oscura y el invierno. Una entrada a la cueva que te permite ver con claridad aquello que se vuelve esencial. Que te recoge en ti misma con un sueño voraz.

INVIERNO

A medida que el embarazo avanzaba, me he conectado más con la sensación de vulnerabilidad, de cierto miedo a no tener todas las necesidades materiales cubiertas cuando llegase el bebé. En estos momentos, a veces me he encerrado firme y con discreción en la cueva, y otras he afrontado el reto.

Cuando había que ponerse manos a la obra y tomar decisiones, la doncella, el arquetipo de la fase preovulatoria y de la primavera, se ha hecho presente. La precisión de la anciana, esa serenidad invernal que aporta discernir qué es aquello que realmente importa, se ha complementado con la convicción, la energía y la confianza de la doncella. Las acciones importantes se han realizado, hemos sembrado. Las cuestiones secundarias se han sostenido con elegancia, pero siempre con la claridad de saber hasta qué punto son importantes.

También ha sido el tiempo de reconocer la conexión entre el tránsito a la vida y el tránsito a la muerte. Un solo camino de dos direcciones que varias personas estimadas y animales han recorrido durante este periodo.

PRIMAVERA

Con la llegada de la primavera, la decisión y la autenticidad de la doncella se ha empezado a relacionar con la serenidad de la madre, el arquetipo de la ovulación y el verano. Aquella que se conecta con la plenitud de la luna, con la fertilidad. La visión es clara y a la vez luminosa, centrada en cuidar al bebé que ya está llegando, en cuidar el cuerpo que tiene que sostener su nacimiento, en cuidar las relaciones, conectada con la importancia del tiempo para las cosas sencillas y de las acciones concretas que hacen que todo esto sea posible.

Con el avance de la primavera ha llegado también el momento de ir entendiendo cada vez mejor qué implica la entrega al otro, a veces, sin su reconocimiento, sin tenerlo y sin necesitarlo. Otras veces, en conexión con la frustración que implica tener que dejar la primera línea de acción, la autonomía, el protagonismo, para quedar en un segundo plano, al servicio del otro, a la sombra, como aquello que es imprescindible y a la vez, a menudo, invisible.

Parece que la comunicación en estos momentos es más acertada, más valiente, más clara, más sincera y serena. A veces las acciones también son serenas, pero otras son más bien rápidas, directas, y no valoro especialmente sus consecuencias. Cuándo he sentido injusticia, la reacción ha sido rápida y sincera. Por otra parte, es un buen momento. Un momento de belleza. De mucha plenitud, plenitud activa, que a veces hace que me cueste dormir, que me despierta a las seis de la mañana cuando aprieta el hambre y sale el sol. Un momento de actividad, de cambios que a la vez siento como una bendición, como una preparación para los cambios de ritmo que traerá el bebé.

Estoy feliz, asumiendo, abierta a abrirme.

Primer baño de mar. Fotografía: Eloi Ysàs

Primer baño de mar. Fotografía: Eloi Ysàs

VERANO

Se acerca el verano y con él el momento del parto. El arquetipo de la madre destaca por la capacidad creativa. No paro de escribir y escribir. La Ciranda , este proyecto en constante fertilidad, me vuelve a enamorar, y esto me ayuda a renovarlo, a seguirlo pariendo.

También llegan los momentos de descanso y placer. El tiempo de volver al pueblo, de los reencuentros con las amigas, de rituales y celebraciones por la confianza en el parto, de amor.

A la vez, el arquetipo de la madre también entra en relación con el arquetipo de la chamana. Afloran las últimas necesidades no cubiertas, los temas pendientes. El deseo y la necesidad de orden, de limpieza, de deshacerse de lo antiguo y en desuso. Aparece con fuerza, se concreta la necesidad del vacío fértil, de preparar el nido con todo cuidado y detalle.

Se resuelven conversaciones pendientes, para decir lo que hasta ahora no había sido dicho. Con turbulencias al principio, luego nuevas comprensiones, cada uno y cada tema queda de nuevo ubicado, mucho más ubicado que antes, y todos respiramos más tranquilos, más claros y fuertes, más en paz. El bebé está más cerca.”

Júlia Sánchez Andreo
Leer el texto original en catalán

Traducción al castellano: Carlota Franco

Suscríbete

Haz clic aquí para suscribirte a Mujer Cíclica y recibir novedades e inspiración.

Te enviaremos nuestro eBook «Amo mis Ciclos» con un calendario para integrar las fases de la luna en tu vida y una introducción a la práctica del diagrama lunar.

1 Comentario

  1. Shakti( Veronica Tuñez)

    Pues me encanta leer a Julinha porque comparto muchas de sus vivencias.
    Llevo 32 semanas gestando a mi pequeña Lúa….y ha sido un embarazo maravilloso y muy revelador…
    Entre ella y yo hemos buscado y asentado muchas vivencias y percepciones a lo largo de estas semanas..
    Coincido plenamente con que las estaciones me han guiado y revelado mucho…me he sentido muy acompañada por la Madre Tierra y de hecho aunque mi hija se llama Lúa(luna en gallego) trae mucho de Gaia…ha sido y lo está, siendo un embarazo muy intimo…yo pensaba que después de las cosas que había vivido e integrado antes de su llegada seria una espera de mucho compartir y de bendiciones y ritos….pero hasta ahora no lo he sentido asi…la chamana y el fin del otoño me trajo la idea de que seria un embarazo donde la tribu seria muy importante y lo fue… y lo es…`pero no de la manera que yo habia pensado.Poco a poco el invierno nos llevo a la esencia y a lo simple…ella y yo…sintiendonos…pocas lecturas…pocas practicas de yoga en relacion a mi plan inicial…nos concentramos en sentirnos y comunicarnos desde dentro…no tanto en hacer esto o lo otro porque es bueno para la retencion de liquidos o el suelo pelvico…fluyo asi…y lo hemos disfrutado mucho. La primavera ha traido fuerza y movimiento…acción…nos sentimos bien…nos apetece bailar y cantar sin mas pretensiones que soltar y reir…y entrando en el verano.. la madre ya va pidiendo cuidados…masajes…besos y abrazos de mis mujeres queridas…
    Ahora si me apetece bendecir….ritualizar….compartir…y dejarme nutrir para nutrir ….preparandose mis pechos para ello y mi yoni recordandome ya poco a poco e incluso con oleadas de placer….si si de placer….que se esta preparando para el viaje….y todas mis mujeres internas…colocandose en circulo para el rito final…..abrazandose ..besandose ….preparandose para esa entrada en el laberinto…y yo habitando mi cuerpo, sintiendo sus cambios, sus señales…sabiendo que mis poderes de mujer…mi poder interno reside ahi en el ciclo de la vida, en mi ciclo interno y somos dos mujeres, dos uteros-corazon palpitando a la vez…uniendo nuestra energia para un viaje conjunto y a la vez personal…mi hija y yo…en ello estamos recorriendo la espiral!

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Para seguir profundizando…

Activismo en femenino

Activismo en femenino

Reflexiones de Sophia Style sobre lo que significa abrirnos al dolor en el mundo, inspirada en el trabajo de Joanna Macy. Semillas de esperanza para lo nuevo. Poner el cuidado de la vida y lo femenino profundo en el centro. Unirnos a la propuesta «Marcha por la vida».

Ser Guardiana del Altar

Ser Guardiana del Altar

Sophia Style cuenta su experiencia de acompañar un grupo de personas haciendo un peregrinaje, desde el papel ancestral de la guardiana del altar. Un lugar de quietud, de oración, vinculado al arquetipo de la Anciana o la Ermitaña.