Siento la necesidad de escribir algo sobre este momento colectivo tan potente que estamos viviendo. He conectado con esta imagen, de una cueva, de un túnel, que estamos atravesando, que puede resultar muy agobiante y que también está llena de luz y posibilidades de transformación.
Lo que más me ayuda en los momentos de densidad y de miedo es conectar con la gratitud y la oración. No es cuestión de negar lo que está pasando, si no afrontarlo desde otro lugar en mí.
Así que comparto algunas de las frases que me surgieron ayer, con el deseo de que resuenen contigo:
* Agradezco el requisito de ralentizar, de ir hacia dentro, de estar en casa, de poner orden, de revisar, de escuchar profundamente, de estar más presente con mi familia.
* Agradezco la invitación a estar en lo desconocido, de soltar el control, de darme cuenta de mis capacidades creativas, para inventar nuevas formas de ser, para conectar con nuevas formas de reaccionar. Siento mis raíces en la tierra, sosteniéndome desde abajo.ç
* Agradezco mi respiración, y cómo cambia mi estado emocional y mental cuando inhalo lentamente por la nariz y exhalo poco a poco por la boca. Suelto la ansiedad. Vuelvo al presente y a mi centro, una y otra vez.
* Agradezco a cada persona con quien puedo compartir cómo me estoy sintiendo. Con quién puedo pedir ayuda y a quién puedo ayudar.ç
* Agradezco mi capacidad de buscar y encontrar fuentes fiables de información, de filtrar lo que genera pánico y egoísmo y de poder conectar con la prudencia y la responsabilidad.
* Agradezco todo lo que me ayuda a mantener mi salud en este momento: la alimentación viva, agua con limón, las plantas medicinales, la relajación, el jabón, el dormir, bailar, hacer el amor, estar en la naturaleza, rezar…
Gracias por leer hasta aquí. Gracias por aportar tu luz y presencia sanadora a este momento.
Con amor,
Sophia
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