La llamada hacia dentro
Hoy me apetece abrir una puerta para compartir un proceso personal que estoy viviendo. Si recibes los emails que enviamos desde Mujer Cíclica, habrás recibido estas palabras hace poco.
Desde hace unos meses siento que estoy en un momento de revisión e introspección, más bien una energía de invierno y de Anciana, aunque haya sido verano.
El viernes pasado, el día antes de la luna llena, me bajó la regla, esta vez acompañada de una migraña y solo podía estar en la oscuridad y desde allí escuchar los mensajes de ese dolor de cabeza… Entre muchas sensaciones, me vino una imagen relacionada con el proyecto de Mujer Cíclica. Vi y sentí la forma de una espiral que ha ido creciendo hacia fuera en los últimos años, una energía de crecimiento y expansión, como la luna llena, y en cambio desde la conexión profunda con mi sangre menstrual, una voz me decía que ahora es un tiempo para volver hacia dentro, hacia el centro de la espiral, volver a lo esencial…
Sigo escuchando lo que significa esta llamada en la práctica: por un lado es un reto importante para mí porque a la vez hay otra que estira hacia el exterior, el deseo de compartir, de conectar, de crear redes, de hacer… Lo bueno de estar trabajando ahora en equipo es la posibilidad de delegar y repartir tareas.
A la vez me está ayudando a tomar decisiones importantes. Por ejemplo, durante un tiempo organizaremos muy pocos talleres monográficos en Ca la Lluna. Este otoño me dedicaré especialmente a seguir creando la formación online ‘Las Cuatro Luna en Nosotras’ (hemos aplazado el inicio hasta enero, para poder gestarlo con un ritmo más lento, sin forzar). Y seguir revisando el “cómo” y desde dónde hacer las cosas, con qué seguir y qué dejar.
Tengo muchas ganas de pasar más tiempo con mi hijo y estar menos horas delante del ordenador.
Gracias por leer estas reflexiones. Hay tantos lugares diferentes de estar en la espiral de la vida, en un momento dado…
Un abrazo de luna menguante,
Sophia
imagen: de la agenda WeMoon www.wemoon.ws
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