Por Sophia Style
Me encanta observar el campo que tenemos delante de casa y verlo pasar por todas las fases del ciclo de la naturaleza – de la siembra hasta la maduración del trigo y otra vez al barbecho. Cada año, cuando llegamos al punto medio entre el solsticio de verano y el equinoccio de otoño, el granjero del pueblo pasa con su tractor para transformar el campo de trigo en balas de paja.
Aunque en este caso es de una agricultura modernizada e intensiva, con todos los problemas que esto conlleva, los manojos de trigo y su grano rebosante me conectan profundamente con el antiguo festival de la cosecha, Lammas. Desde tiempos ancestrales, ha sido la época del año para festejar y agradecer la generosidad de la tierra, tras la recolecta de sus frutos.
Si bien estamos ahora como sociedad cada vez más alejadas de la vivencia de sembrar, cultivar y cosechar lo que nos alimenta, en este punto álgido y potente en el ciclo del año siento el mismo impulso que nuestros antepasados, de agradecer a la Madre Tierra por su abundancia y al Padre Sol por su fuego.
El festival de Lammas es una gran oportunidad para conectar de una forma especial con las cualidades de la abundancia y la generosidad. Y para recordar que se requiere paciencia, entrega y confianza para ver los frutos de aquello que gestamos y parimos.
También me doy cuenta de que a veces nos olvidamos de celebrar y recordar lo que sí hemos cosechado y se ha transformado en frutos. Frutos que contienen la semilla para una futura cosecha. ¡Me apasiona esta metáfora para nuestras creaciones!
En este momento del año, desde la tradición celta, es cuando el arquetipo de la Madre empieza a convertirse en la Chamana y la Anciana. La fuerza vital que emergía de la tierra con la Candelaria o Imbolc, manifestada en la Doncella, ahora vuelve hacia dentro y hacia lo profundo.
Es un tiempo de maduración, de recolectar, de cosechar, de celebrar en comunidad y con el cambio de energía, empezar a guardar los frutos en preparación para el invierno y la introspección.
Rituales para celebrar Lammas
A continuación comparto algunas ideas para sintonizar con este momento especialmente poderoso en el ciclo del año, entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera, y honrar su energía en tu vida.
Conectar con la naturaleza
Sal fuera y date un tiempo para conectar con la naturaleza y captar ese momento de maduración y de generosidad. Percibe los movimientos de la tierra, observa todo lo que está dando y todo lo que ha ocurrido previamente para llegar a este punto de expansión. Date cuenta que ahora empieza a bajar de nuevo la savia a las raíces y volver hacia la oscuridad de la tierra. Percibe tu propia energía vital con relación a este ciclo.
Organizar una comida en grupo y compartir la comida que traigáis entre todos
¿Cómo quieres expresar tu agradecimiento a la Tierra y su generosidad en este momento? Una posibilidad sería organizar una comida o cena con amigos, amigas, familiares, en la que todo el mundo traiga su plato favorito para compartir y juntos celebréis los alimentos y la nutrición que os ofrecen a todos niveles.
Crear un pequeño altar
Crea un pequeño altar con una tela del color que te conecte con el festival de Lammas. Ofrece a este espacio sagrado algún elemento de la naturaleza, y cualquier cosa que te evoque la abundancia de la Tierra y la cosecha dentro de ti. Enciende una vela en el centro, representando el fuego del Sol que madura e ilumina todo.
Bailar
Celebra la abundancia y generosidad a través de la danza y la música. ¿Qué canciones te expanden, te conectan con la alegría y la gratitud? Baila sola o con otras personas, haz que tu baile sea una ofrenda, una oración en movimiento, para honrar los ciclos de la Tierra y los ciclos dentro de ti. Respeta el movimiento hacia dentro a través de tu danza.
Honrar a tu madre y a tu padre
Encuentra la manera de honrar a tu madre y a tu padre, o las personas que reconoces como madre y padre, aunque ya no estén vivos. Pon una foto de ellos en tu altar. Agradece a tu madre y a tu padre las semillas que han plantado en ti. Agradece la vida que te han dado y las cualidades que valoras en ellos. Si cargas dolor de la relación, ofrécelo a tu altar, abrazándote a ti misma mientras lo entregas a la luz de la vela. Perdónate por el daño que hayas podido hacerles. Si eres madre o padre, honra tu papel. Honra la energía que das a tu hijo, a tu hija. Perdónate por tus errores.
Honrar y celebrar tu cosecha y las cosechas de otras personas
Date un tiempo para conectar contigo misma y reflexionar sobre tu propia cosecha en este momento. ¿Cuáles son los diferentes frutos que surgen de lo que has cuidado? ¿Dónde ves los frutos de tu entrega y dedicación? Nómbralos. Hónralos. Compártelos con otras personas. Suelta la vergüenza o la envidia. Celebra la cosecha de otras personas. Abre tu corazón a la generosidad, hay espacio para todas. También puedes darte cuenta de los aspectos de tu vida y creaciones requieren todavía tus cuidados y paciencia.
¡Feliz Lammas!
Agradezco la inspiración de Glennie Kindred y su libro “Sacred Celebrations: A Sourcebook”
Si quieres compartir algunas ideas o experiencias de tus rituales, por favor deja un comentario al final de esta página.
Gracias Sofía. Por toda la información. Muy linda. Bendiciones para ustedes