«Las chicas y los chicos necesitan disponer de espacios de libertad real dónde puedan expresar lo que sienten y lo que les pasa.»
Entrevista a Alba Miralpeix

Alba Miralpeix
En los círculos que guía Alba Miralpeix abundan las risas. Risas jóvenes, luminosas, libres, desinhibidas. También hay celebraciones, confesiones, miedos, dudas, emociones. Apertura, respeto y confianza. Son espacios para ser, sentir y vivir. Dos horas mágicas, una vez al mes. En estos momentos hay cinco grupos de chicas y un grupo de círculo de chicos de diferentes edades: de 6 a 10 años, de 9 a 12, de 13 a 18. Y se acaba de formar, también, un grupo de doncellas de 4 a 5 años.
«Donzelles i Noiets en Cercle» (Doncellas y Muchachos en Círculo») es un proyecto innovador y revolucionario en el que la facilitadora Alba Miralpeix, desde su conexión con lo más interno y sagrado de su ser, une y fusiona sus pasiones para acompañar a niñas y niños en el despertar de su fertilidad.
¿Cuál ha sido tu camino como facilitadora y en qué momento estás ahora?
Empecé a dinamizar y acompañar grupos de personas desde muy joven. Como monitora de natación, animadora social con niños, personas mayores, jóvenes…También como educadora en centros, clínicas, en la prisión…
Siempre me ha gustado la diversidad, conocer y dejarme guiar por mi intuición y mi deseo. Siempre he trabajado desde la pasión, desde un lugar muy interno y profundo que me conecta a mi Ser y desde donde fluye, de manera natural y espontánea, acompañar al otro. Autenticidad y presencia.
Siento que mi facilitadora interna siempre ha estado viva en mí, acompañándome. Y que va creciendo y aprendiendo con las distintas experiencias y vivencias, ciclo tras ciclo.
Cuéntanos algo sobre tu motivación. ¿Cuándo y cómo sentiste la llamada de facilitar círculos de chicas y chicos?
Después de parir a mi segunda hija, Ènia de 8 años, noté que mi camino cambiaba de dirección. Mi hija mayor, Nara, entró en la preadolescencia a la vez que yo me reencontraba con mi doncella interior. Entonces llegó el taller de Sophia de «Dar la Bienvenida a la Menstruación». Aquel día me di cuenta de que el día de mi primera menstruación, en un campamento de colonias de verano, de manera natural y espontánea creamos un círculo de doncellas en mi habitación… Di valor a este momento y a esta capacidad innata de las mujeres de juntarnos y sentirnos Una. Un impulso me movió a querer acompañar a las niñas en su menarquía y a la vez mirar, atender y abrazar a mi adolescente. Fue el tesoro que me llevé de ese taller.
¿Cómo nació la propuesta?
La propuesta nació sin ninguna prisa, en septiembre de 2015, con un círculo con 2 o 3 doncellas. Tenía la confianza absoluta de que este era mi lugar y de que poco a poco, cada una a su ritmo, las doncellas se irían acercando.
Al año siguiente se formó un círculo de 10 doncellas… Y poco después llegaron los niños, con mucha ilusión y ganas… Este mes de septiembre empezamos con 6 grupos, uno de ellos con doncellas más pequeñas, de 4 a 5 años, que se ha llenado en una semana. La semilla germinó y está floreciendo y expandiéndose.
Las propuestas no nacen de mi mente con expectativas, objetivos, finalidades… Nacen y fluyen desde un lugar muy profundo y simple. Escuchando desde el latido más interno las demandas reales de ellas y ellos, y lo que se va moviendo.
¿Qué haces para que tus propuestas lleguen y se formen estos círculos de chicas y chicos?
Se difunde con el boca a boca. Niñas y niños llegan cuando sus familias están preparadas para dar el paso. Los grupos se van formando de manera natural y mágica a la vez, van fluyendo y cada año van cambiando. Con las energías de las chicas y los chicos, con sus necesidades más conscientes y más inconscientes, danzan y surgen. Así es.
¿Cómo son las vivencias de los participantes en estos círculos?
Las vivencias en los círculos son bellas, llenas de luz, y esto nos nutre a tod@s. Es un espacio creado y cuidado desde el respeto y desde la autenticidad. Nos sentimos en casa, las niñas y niños sienten un verdadero permiso para brillar y Ser. Desde este estado compartimos, sentimos la ciclicidad de la vida dentro de nosotr@s. En cada encuentro nos acompañan el bosque, el arte, también el movimiento…
Comparten abiertamente su sexualidad y ¡celebran la vida que son! Así de simple.
¿Qué haces para conseguir crear un clima de confianza y apertura entre personas de tan poca edad?
Acompañarlos desde la presencia y con todo el respeto. Abrirles el espacio, su espacio. Un espacio cuidado, familiar, acogedor. Recordarles que estoy aquí, sin juicio.
Sobretodo ser presencia y dar espacio.
A partir de tu experiencia, ¿cuáles son las principales diferencias entre lo que sucede en un círculo de mujeres y en un círculo de chicas y/o chicos?
A las niñas y los niños no les hace falta un mapa. Están más cerca de su Ser y de su verdad. No necesitan ir a ningún lado, ni resolver, ni ser alguien que no son…
Comparten en los círculos su sabiduría interior, sin ser conscientes de ella. Y poco a poco sienten el permiso…Y son, y brillan, y celebran… En los círculos sucede de todo. Pero lo que más sucede son las risas. ¡Nos reímos tanto!
¿Qué temas abordas con ellas y ellos?
Con 6 años ya vienen cargad@s con condicionamientos culturales y sociales y familiares que los alejan de su espontaneidad y que les dificulta vivir la sexualidad con naturalidad. Vienen con juicios, prejuicios, tabúes, modas, tendencias, presiones sociales… Y a la vez toman consciencia de ello, sobre todo cuando se abren a compartirlo en círculo. Ver esta transformación desde ell@s, entre ell@s es algo mágico y muy emocionante.
Cuando hablamos de sexualidad, hablamos de la vida y de la muerte. Rodeados de bosque y de naturaleza en los encuentros, la vida nos recuerda constantemente que es cíclica… Honramos el momento que nuestro cuerpo nos habla y nos recuerda que nuestra fertilidad está despertando. Honramos el día de la primera menstruación y de la primera eyaculación como un rito de paso importante. Cada una y cada uno decide en libertad como quiere vivirlo. En los círculos lo abrazamos todo.
¿Qué tipos de cambios o transformaciones observas en estos chicos y chicas que participan en tus propuestas?
Crece su autoconocimiento… Se dan permiso para explorarse, investigar, gozarse… Hacen las preguntas que necesitan en cada momento… Comparten con naturalidad las situaciones dónde no se sienten respetad@s, y cuando se generan incomodidades, saben cómo gestionarlas para transformarlas.
Toman más conciencia de su cuerpo y de sus emociones.
Saben y reconocen que el poder está en su interior.
Vivir la llegada de la menstruación como un regalo y como tu poder te cambia la vida. Vivir la llegada de la eyaculación con presencia y consciencia te cambia la vida.
Celebrar la sexualidad con una mirada consciente y amorosa cambia el mundo.
¿Por qué es importante fomentar la creación de este tipo de espacios para niñ@s y jóvenes?
A menudo me han expresado que no disponen de espacios de libertad real dónde puedan expresar lo que sienten y lo que les pasa… Cómo viven sus cambios en la pubertad, cómo viven sus emociones… Quieren hablar de sus miedos, quieren ser informados con respeto y autenticidad, no quieren mentiras, manipulaciones ni prohibiciones…
El sistema dominante nos invita constantemente a despistarnos, a confundirnos, a alejarnos a buscar fuera de nosotros. En los círculos la invitación es regresar a casa, a dentro… Y ell@s lo saben
Tras cuatros años acompañando estos espacios, siento claramente que son oro puro.
Estos círculos suponen una revolución amorosa que une lo masculino y lo femenino recordando que las dos energías forman parte de la vida que somos, distintas pero con el mismo valor.
¿Por qué no hay grupos mixtos?
Siento que cuando estén preparados, cuando los grupos se sientan maduros, se irá creando la forma de encuentros mixtos. Estamos andando hacia esta unión. Pero no lo voy a decidir yo, se dará en el momento perfecto.
Si tuvieses que destacar alguno de los dones o habilidades que te parecen esenciales para poder facilitar grupos con chicas y chicos, ¿cuál elegirías y por qué?
Mirar dentro de nosotr@s con coraje y compasión. Revisar sin juicio nuestro camino. Poder observar nuestra relación con la sexualidad y abrazar para después soltar todas las memorias ancestrales de dolor que cargamos y nos separa de nosotras mismas y de los otros.
Sin esta mirada hacia dentro, sin el contacto con nuestro cuerpo, el acompañamiento a las niñas y niños no es verdadero, se queda en las esferas de la mente, de las ideas, de las expectativas, es un escaparate que nutre al sistema…
Agradecer cada paso.
Presencia, absoluta presencia.
Acompañar desde el respeto y cuidar el espacio, abrir el espacio.
¿Qué es lo que te aportan a ti como facilitadora, los círculos de chicas y chicos?
Me aportan alegría de vivir, me nutren el alma y me conectan al cuerpo. Me recuerdan el SÍ de celebrar la vida en cada instante.
Me recuerdan que estoy aquí para Ser y sembrar luz, vida.
¿De qué maneras sientes que te ha ayudado la formación “El Camino de la Facilitadora”?
Fue la inspiración, el inicio para acompañar a las niñas y jóvenes en el rito de paso de la primera menstruación. En los círculos siempre nombro a Sophia como mujer que me inspiró, también siento presente su humildad y generosidad. Este nuevo mundo lo tejemos entre todas y todos, en círculo, sin roles de poder, de igual a igual.
Son tiempos de limitaciones para los encuentros presenciales… ¿Qué impacto ha tenido en tu trabajo como facilitadora y los grupos que ya estaban formados la situación causada por la Covid-19?
Tuvimos que parar los círculos. Continuamos online solo con el círculo de las más mayores, porque lo pidieron. Seguir encontrándose era medicina para todas. Agradecían el acompañamiento emocional y también el hecho de poder compartir su sentir y cómo la situación afectaba a su luna, sus hormonas, su cuerpo…
En junio pudimos retomar los encuentros, y todas y todos llegaban con una alegría indescriptible. Los grupos se han cohesionado aún más, siento que «Donzelles i Noiets en Cercle» ha enraizado profundo en la Tierra.
Y para terminar, ¿qué le dirías a otra mujer que se está planteando acompañar a grupos y formarse cómo facilitadora? ¿Qué tres cosas son imprescindibles para ti en este camino?
Que si siente el SÍ, adelante, que traspase su miedo y habite su cuerpo. Que es el momento de expandir la siembra de luz.
Que escuche su voz interior y comparta su don.
Que se alimente de todo lo que la nutre de verdad.
Que abra el corazón.
Alba Miralpeix se define como «mujer, madre y remeiera*. Sedienta de aprendizaje y crecimiento: educadora social con experiencia en educación ambiental, autodidacta en el conocimiento de las plantas medicinales y sus usos etnobotánicos, formada en fitoterapia, aromaterapia sagrada, reiki, masaje ayurvédico y tántrico. También enamorada de la biodanza y el movimiento. Especializada en Sexualidad, Duelos y Pérdidas. Facilitadora con Mujer Cíclica. Formándose en Qigong y Tacto Consciente.
*Remeiera: palabra catalana sin equivalente literal en castellano que viene de «remei» (remedio). Se usa para describir a la mujer que se acompaña de la sabiduría de las plantas medicinales y elabora remedios naturales y ancestrales con ellas.
CONTACTO:
IG: @donzellesencercle/ @art_viu/
FB: @alba.miralpeixcamps
Email: albamiralpeix@gmail.com
«Voces de Mujeres” es un espacio de entrevistas a exalumnas de las formaciones online de Mujer Cíclica, realizadas y editadas por Sophia Style y Carlota Franco. Ver todas las entrevistas
Formación online
El Camino de la Facilitadora
Próximo inicio: lunes 27 de noviembre
Si sientes el deseo de profundizar en tu papel como acompañante de círculos de mujeres u otro tipo de grupos, te invitamos a conocer esta de formación online.
Con este viaje de autoconocimiento explorarás y reforzarás tus dones como facilitadora (el cultivo del conocimiento interior, la confianza, la creatividad, la capacidad de escucha y de expresión, de improvisación, de preparar espacios y ambientes, de cuidarte y de cuidar...), con lecturas, ejercicios y materiales audiovisuales que podrás usar en tus círculos. Para realizar esta formación es recomendable haber cursado previamente “Las Cuatro Lunas en Mí” o "Mujer Medicina", o tener una base de base de conexión con la sabiduría femenina cíclica y de conocimiento de los cuatro arquetipos.
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